miércoles, 19 de noviembre de 2008

Splin.



Soneto.


Una angustia incomparable
a cualquier otro ejercicio del aburrimiento
me corrompe el idioma de la conciencia
degradada ya por luchas que no pudimos continuar
en la edad en que se fijan los conocimientos
nos quedamos como analfabetos
repitiendo las tres o cuatro frases que el crepúsculo
expone a diario. Otras veces también
me recomendaron eso del olvido y la poliglotía
pero la fatiga por estos barrios se siente
hasta en las ganas de emprender nuevos adioses...
El que se queda tranquilo en el andén
de soslayo al último vagón.


a Gonzalo Fabbri.

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